"TERRARISME" El urbanismo y el asfalto consumen dos hectáreas cada día en Mallorca
Los expertos alertan que las zonas rurales quedarán «saturadas» si se mantiene la tendencia. El urbanismo y el asfalto crecen en Mallorca a un ritmo de dos hectáreas por día desde 2003, muy por encima de la dinámica lograda durante los años sesenta, conocida con el nombre de «balearitzación». Esta es la conclusión del estudio elaborado por Macià Blázquez, profesor del Departamento de Geografía de la UIB. El experto prevé que el 2009 Mallorca habrá pasado de los 198 kilómetros cuadrados urbanizados de ahora a 243, mientras que los 13 kilómetros cuadrados de suelo viario se habrán convertido en 33. Otro profesor de Geografía de la UIB, Onofre Rullan, advierte que si se mantiene este ritmo la Isla estará del todo urbanizada el año 2115. Los expertos avisan de la saturación del mundo rural mallorquín.
La tendencia que nos auguran los expertos, ya se va haciendo visible. La política del gobierno del Partido Popular es clara: Más crecimiento urbanístico desmesurado, favoreciendo la especulación y siempre en función de las perspectivas de negocio. Continúan con los proyectos de campos de golf (a los 18 que tenemos y los 3 en construcción, proyectan 14 más, con su respectiva oferta complementaria), la construcción de siete autopistas, apostando claramente por el transporte privado, la pretendida ampliación del aeropuerto...
Como siempre, el Partido Popular hace uso de sus propias armas de destrucción masiva contra la población: el dinero, la especulación y el negocio.
LA EDUCACIÓN EN CLAVE DE GÉNERO
Educar en clave de género, consiste en presentar la escuela como un espacio de equidad, yendo más allá de la simple “no discriminación”.
Construir un escuela diferente, significa introducir la democracia en la escuela, cambiar la manera tradicional de enseñar. Se trata de crear un proceso de enseñanza-aprendizaje horizontal y responsable entre estudiante y docente. Esta es una condición necesaria para que una educación en igualdad sea una realidad, ya que precisan del diálogo, la expresión de sentimiento y aspiraciones comunes.
Porque la educación que proporcionemos hoy formará a la ciudadanía de mañana, debemos empezar entonces, por decidir qué ciudadanía queremos, qué futuro pretendemos. Para ello, la coeducación parece ser el pilar fundamental que debería tener cualquier proyecto educativo, tratando así de ayudar a que se desarrollen todas las posibilidades y aptitudes de una persona.
Coeducar es garantizar y promover que ambos sexos adquieran y desarrollen con libertad todas esas capacidades personales. Coeducar es educar sin diferenciar los mensajes transmitidos en función del sexo, eliminando diferencias, incorporando saberes, valores, actitudes y capacidades, masculinas y femeninas por igual.
Hay que eliminar todas aquellas desventajas que frecuentemente se observan en la educación. Conseguir una educación igualitaria significa garantizar aprendizajes iguales para hombres y mujeres en todos los planos, acabar con los déficit de competencias en las niñas, como puedan ser el liderazgo, el espíritu de riesgo, el manejo de la información y la tecnología, entre otros. Y complementariamente, eliminar las desventajas de los niños, como es la cooperación, la inteligencia emocional, la empatía, la resolución de conflictos, el trabajo en equipo, entre otras. Solo entonces, cuando esta coeducación se produzca al cien por cien, podremos hablar con toda propiedad de “igualdad de oportunidades”.
Una igualdad de oportunidades, que se consigue repensando la manera de educar que, poco a poco, vemos instalada en nuestras escuelas, pero que se deben trasladar al resto de la sociedad para que realmente sean efectiva.
Una educación socialmente distinta, que supone colocar la afectividad a la misma altura y con el mismo peso que la educación cognitiva. Una educación donde los afectos y sentimientos instruyen, porque se aprende de lo que se percibe y de lo que se siente. Promover, en definitiva, una educación de interacciones y relaciones igualitarias, más afectiva, humana y comprensiva, dejando al margen cualquier estereotipo.
LA URGENTE NECESIDAD DE UN CAMBIO SOCIAL
Cada día se evidencia más esta necesidad radical de un cambio de modelo social. Y para ello, es imprescindible la feminización de la sociedad, para hacerla más justa, más igualitaria. Esta feminización de la sociedad no debe pretender exclusivamente la igualdad de la mujer y el hombre, si no que se trata de ir más allá, pretender el cambio de los valores de la sociedad, el reconocimiento de los valores femeninos.
Hay que reivindicar la incorporación al ámbito público y por tanto, a la realidad política, el papel de la mujer. La paridad es el instrumento idóneo para alcanzar la igualdad, pero no debemos olvidarnos de que es eso, un instrumento, y no una finalidad. La finalidad debe ser que el ejercicio de poder, concretamente el político, adquiera un carácter igualitario, mixto.
Debemos luchar por la igualdad en todos los ámbitos de la sociedad, en lo político, en materia laborar, cultural, de lengua… en definitiva, una nueva forma de concebir la organización social, entrando de lleno en las formas de poder, de jerarquía y de la vida en general.