jueves, junio 15, 2006

Convencionalismos sociales

Durante toda nuestra vida nos vemos obligados a tomar decisiones, una detrás de otra. Algunas en principio más irrelevantes o importantes que otras, pero al fin y al cabo, decisiones.
El otro día escuchaba por la radio una tertulia en la que se cuestionaban cual era el motivo que llevaban a las personas a tener hijos. Había uno de los contertulios que explicaba que el llamado instinto maternal no existía y que era más bien un convencionalismo social, una costumbre cultural etc.
La verdad es que yo también creo que se trata más bien de un convencionalismo que otra cosa. Desde pequeñas nos educan de una manera determinada, nos hacen asumir un determinado rol como mujeres, un rol de madres, cuidadoras, protectoras, que vamos desarrollando durante toda la vida, hasta que llegamos a una determinada edad, se nos ocurre tener pareja, y todo el mundo empieza con la pregunta ¿para cuándo el bebé?
Cuando las parejas llevan un determinado tiempo, y sobre todo cuando tienen una cierta edad, esta pregunta se hace inevitable, porque se da por hecho que las personas deben tener hij@s para ser felices del todo. Si una pareja decide tener un hij@ nadie se sorprende, nadie le pregunta ¿por qué tenéis un bebé? En cambio cuando si al cabo de determinado tiempo, una pareja no tiene hij@s empieza la pregunta, y en general la gente se sorprende, se extraña, y de hecho, cuando una pareja decide no tener hijos siempre se presupone y se juzga pensando cosas del tipo “no deben poder tener hij@s”, “quieren vivir la vida, sin responsabilidades” o incluso peor, pensando que “son unos egoístas”. Porque la decisión de no tener hij@s se contrapone a la de tenerlos y las razones que se dan al hecho de tener hijos, como querer dar amor, de que el hijo o la hija sea fruto del gran amor que se tienen etc. Como si la pareja que decide no tenerlos se quiera menos o sea más egoísta.
Como decía al principio, y aunque todo parezca un poco caótico, creo que la toma de decisiones en nuestra vida está demasiado dirigida por nuestro entorno social, tanto, que tal vez inconscientemente no hacemos lo que realmente nos gustaría.
Nuestras relaciones sentimentales son una parte de esta dirección a la que nos vemos sometidos y sometidas socialmente. Desde cómo vivimos nuestras relaciones personales, sexuales, la supuesta valoración de lo que supone la fidelidad o infidelidad, el casarse, compartir nuestro tiempo, la insuperable diferencia de edad en la pareja o el tener hij@s son convencionalismos de los que es difícil escapar sin creer, o que muchas personas te hagan creer, que te estás equivocando.

6 Comments:

At 10:05 p. m., Anonymous Anónimo said...

Los convencionalismos sirven para ordenar nuestras vidas, para encauzarlas en el tiempo, pero ¿qué sentido tiene encauzar nada si la vida puede ser eterna en cinco minutos, si la vida, sin estos cinco minutos de gloria, carece por completo de sentido?

 
At 9:44 a. m., Blogger promotora de somnis said...

Tienes toda la razón, por eso invito a dejarse de tanto convencionalismo, y dirigir nosotr@s mism@s nuestras vidas, aplicarnos un poco lo del carpe diem y ser felices.

 
At 1:31 p. m., Blogger Soulman said...

Buff... odio lo del "carpe diem". El uso que le da la gente de ese concepto es el de "voy a vivir todos los momentos de mi vida sin preocuparme de nada, solo de mi",-un rollo hedonista-individualista- cuando lo que quiere decir es que aprovechemos al máximo pequeños esos momentos que se nos presentan mientras vivimos.

Uno de los convencionalismos que odio es el de tener pareja porque sí, porque hay que tener y vale. Pues no. Y si quiero ser un golfo ¿que? ¿bicho raro? ¿desplazado social? Si se quiere se tiene y si no, pues no. Mas frases que odio: "vestir santos" y "se te pasa el arroz".

Aunque por otra parte, y al hilo de tu comentario, querida promotora, tampoco necesariamente tener hijos le hace a uno/a infeliz. Aunque no lo se de primera mano, claro... :)

 
At 4:24 p. m., Blogger promotora de somnis said...

Hola querida rebelión,
A mí lo del "carpe diem" no solo es que me encante, si no que procuro aplicarlo siempre que puedo (o siempre que me atrevo jeje), aprovechar el momento, porque los momentos solo son eso, momentos y, o los aprovechas o te los pierdes. No podemos pasarnos la vida pensando que seremos felices mañana, tenemos que ser felices ahora.
Y sobre lo de los hijos, igual no lo he explicado bien, pero evidentemente no pretendía decir que los hijos nos hagan infelices, ni mucho menos, pero que culturalmente y socialmente parece que hay que tener hij@s para ser feliz, y que si no, no lo eres del todo.

 
At 6:13 p. m., Anonymous Anónimo said...

Es interesante eso que dice Arturo y el otro anónimo. Los hijos son la gloria de la mediocridad, y cinco de minutos de gloria tienen más sentido que la vida misma.

 
At 10:59 a. m., Anonymous Anónimo said...

hola con referencia a lo comentado puedo decir que la felicidad esta dentro de ti lo que piensas construye y percibes asi que si deseas tener hijos y lo sientes eso lo tendras aunque hay hechos y consecuencuias,pero lo importante es que te dan alegria compañia y amor son maravillosos tengo 2 y son mi vida. y no es un convensiolaismo, si tenermos una fuerza interior capaz de hacer todo por ellos y se ve en lo animales que protegen a sus crias y es alogo natural intricico

 

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