IMPONIENDO MORAL: Cinco años de cárcel por besarse en la calle
¡Caray con la moral! Resulta que miles de musulmanes se manifestaban hoy a favor de la ley contra la pornografía en Indonesia, una ley que castiga, entre muchas otras cosas, a las personas que se besan en la calle, a mujeres que enseñan sus partes “sensuales” como el ombligo o los hombros. Los partidos musulmanes y las organizaciones islámicas conservadoras, argumentan que su objetivo no es discriminar a las mujeres, sino poner freno a la continua degeneración moral... (¡¡¿dejeneración moral?!!)
Parece que la polémica surgió con la publicación en enero del primer número de la revista Playboy que decidió sacar una edición en dicho país. A pesar de que la versión indonesia no incluiría fotografías de desnudos. Parece que esta polémica ha acelerado los trámites para el debate y la aprobación de una ley nacional contra la pornografía que defina con claridad qué se entiende por ésta.
Hay opiniones enfrentadas, desde la noticia de los miles de manifestantes a favor de la ley, hasta las mujeres que el 8 de marzo se manifestaban porque al considerar esta ley discriminatoria y que supone una nueva herramienta para la discriminación de las mujeres.
El hecho es que la moral de quienes promueven una ley que pena con diez años de cárcel a aquellas personas que organicen una actuación de danzas eróticas en público o cinco años, a las personas que participen de ellos o se besen en público, es sencillamente inaceptable. Atenta directamente contra las libertades individuales.
Leer esta noticia me ha hecho pensar en algunas cosas, la discriminación de la mujer es un hecho que tristemente está a la orden del día, en todos los países, aunque de diferente manera. Y el sexo también es una manera más de discriminación, no sólo en países como en este caso Indonesia, también en los países occidentales. La manera de vivir o ver el sexo es socialmente diferente desde el punto de vista de un hombre o una mujer, o desde el punto de vista que nos lo hacen vivir.
Si bien la mayoría de pornografía actual puede ser criticable, porque reduce muchas veces el erotismo a unas partes determinadas de los cuerpos, porque en la gran mayoría de las veces el hombre cumple el papel dominante, por ofrecer una visión unilateral de la sexualidad, ya que en la mayoría de veces está dirigida a un público masculino… eso nos debería hacer reflexionar sobre cuál es la alternativa a eso.
Uno de los lemas de los manifestantes a favor de la ley era “Di no al sexo”. Evidentemente creo que hay que reivindicar el sexo, probablemente otro tipo de sexo, más realista, menos discriminatorio, mejor. Donde la visión femenina del mismo no sea dirigida socialmente, donde los tabúes se dejen a un lado, en definitiva, que se viva el sexo como algo cien por cien positivo y donde nos olvidemos de los prejuicios y estereotipos bajo los que se nos educa.
Parece que la polémica surgió con la publicación en enero del primer número de la revista Playboy que decidió sacar una edición en dicho país. A pesar de que la versión indonesia no incluiría fotografías de desnudos. Parece que esta polémica ha acelerado los trámites para el debate y la aprobación de una ley nacional contra la pornografía que defina con claridad qué se entiende por ésta.
Hay opiniones enfrentadas, desde la noticia de los miles de manifestantes a favor de la ley, hasta las mujeres que el 8 de marzo se manifestaban porque al considerar esta ley discriminatoria y que supone una nueva herramienta para la discriminación de las mujeres.
El hecho es que la moral de quienes promueven una ley que pena con diez años de cárcel a aquellas personas que organicen una actuación de danzas eróticas en público o cinco años, a las personas que participen de ellos o se besen en público, es sencillamente inaceptable. Atenta directamente contra las libertades individuales.
Leer esta noticia me ha hecho pensar en algunas cosas, la discriminación de la mujer es un hecho que tristemente está a la orden del día, en todos los países, aunque de diferente manera. Y el sexo también es una manera más de discriminación, no sólo en países como en este caso Indonesia, también en los países occidentales. La manera de vivir o ver el sexo es socialmente diferente desde el punto de vista de un hombre o una mujer, o desde el punto de vista que nos lo hacen vivir.
Si bien la mayoría de pornografía actual puede ser criticable, porque reduce muchas veces el erotismo a unas partes determinadas de los cuerpos, porque en la gran mayoría de las veces el hombre cumple el papel dominante, por ofrecer una visión unilateral de la sexualidad, ya que en la mayoría de veces está dirigida a un público masculino… eso nos debería hacer reflexionar sobre cuál es la alternativa a eso.
Uno de los lemas de los manifestantes a favor de la ley era “Di no al sexo”. Evidentemente creo que hay que reivindicar el sexo, probablemente otro tipo de sexo, más realista, menos discriminatorio, mejor. Donde la visión femenina del mismo no sea dirigida socialmente, donde los tabúes se dejen a un lado, en definitiva, que se viva el sexo como algo cien por cien positivo y donde nos olvidemos de los prejuicios y estereotipos bajo los que se nos educa.
posted by promotora de somnis @ 16:18
3 Comments:
Hola Emy!!
Pues estoy totalmente de acuerdo. Aunque suene políticamente incorrecto, yo soy de la opinión de que el problema reside en el islam. Recordemos a las mujeres argelinas con los rostros abrasados por sus maridos. Es una religión que se basa en unos textos muy concretos que regulan la vida civil y política, y que no deja ni una puerta abierta a interpretaciones o reformas, como si hacen otras religiones. Para el islam, todo el que no es musulman es infiel, esto dice Alí Belhahc lider argelino: 'Alá ordenó preparar los medios de proteger por la fuerza a los musulmanes y hacer comprender que el Islam está dispuesto a tomar las armas siempre que haya en este mundo pueblos que ignoren la paz... vemos pues que la democracia está en contra de la yihad. Alá bendice a los fuertes, y el Islam es la religión de la fuerza'.
Si te interesa más el tema te recomiendo el libro 'UMMA, el integrismo en el Islam' es de un profesor mío, Antonio Elorza, suele escribir en El Pais y fue miembro del PC... es muy interesante.
Besos!!
Hola,
Creo que además de lo que dices, deberíamos ser conscientes de que la opresión y discriminación no es solo exclusividad de las religiones integristas. El tema del velo a mi me parece bastante llamativo. Aquí el hecho de que las mujeres o niñas lleven velo hace saltar las alarmas de la opresión y discriminación hacia la mujer, en cambio, el que en el voley playa por ejemplo, a las mujeres se les obligue a ir con bikini o bañador y top, y no pueden llevar pantalones o camiseta como los hombres, nos parece lo más normal del mundo. No sé, creo que se deberíamos ser un poco más crític@s con la propia discriminación que se ejerce contra las mujeres en occidente (aunque quiza sea a distinto nivel).
Un beso!
Totalmente de acurdo. Es cierto que existen aún discriminaciones en occidente, una sociedad que tradicionalmente ha sido masculina, pero creo que poco a poco se avanza en este campo. El del Islam es un caso distinto, pues la raiz del problema es una religión que subordina de entrada la mujer al hombre, el caso del velo es especialmente esclarecedor, el lider argelino que antes te nombré, al preguntarse a sí mismo por la violencia dice: '¿Es violencia exigir a la mujer que se quede en casa, en una atmosfera de castidad, de recogimiento y humildad, y que solo salga en aquellos casos de necesidad establecidos por el Legislador?'
Pues a mí claramente me parce que sí.
Besotes!!!
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